David Bowie y Prince: dos rebeldes que perdió el rock


David Bowie y Prince, dos perdidas del rock, dos rebeldes de la musica.

Se decía que el rock estaba muriendo, sobre todo por el surgimiento de raperos como Drake y sus canciones sobre chicas, cosas íntimas y más pequeñas. Pero este año fue aún más cruel, con el reaper
ceñudo cosechando la vida de las estrellas del género, una señal de que es cierto que el rock se está convirtiendo en un género sin esperanza de minorías.

David Bowie murió el 10 de enero. Fue asesinado por un cáncer de hígado que mantuvo bien escondido durante 18 meses, hasta el punto de que su último disco (el vigésimo quinto estudio de su carrera!), 'Blackstar', fue lanzado dos días antes de su muerte.

Fue el primer álbum de Bowie en llegar al número uno en Estados Unidos. Sí, el primero. Bowie (David Robert Jones) estalló en la década de 1970, cuando The Beatles no existía y todo el mundo se preguntaba qué banda de consenso de pop, el grupo a seguir, la guía natural. Bowie pensaba al revés: en aquellos años grises no se necesitaba una figura unificadora sino una que reflejara la fragmentación del mundo en brasas por la Guerra Fría.

 Es por eso que este londinense, bisexual (tenía dos matrimonios y dos hijos) y adicto a la cocaína decidió que su carrera no estaría marcada por ningún estilo.

Era un camaleón. Inventó personajes como Ziggy Stardust o Tom Major. Compuso obras radicalmente diferentes y pasó de creaciones geniales como 'Low' a álbumes puramente comerciales como 'Let's Dance'.

Era inclasificable. Estaba en disputa con Marc Bolan, el líder de T-Rex, por el liderazgo del glam e incluso del punk (ambos son considerados fundadores de esos subgéneros). Bowie fue el ganador, no sólo porque Bolan murió a los 29 años víctima de sus excesos, sino por el eslogan de la RCA (Radio Corporation of America): "Es la vieja ola, es la nueva y es Bowie". Hubo algo de suerte, ya que el primer éxito de Bowie, Space Oddity, fue utilizado por la BBC como una cortina a la llegada del hombre a la Luna. Lo mejor es que Bowie rápidamente se desprendió del glam, porque se dio cuenta de que la corriente no tenía futuro. Inspirado por Bowie, aparecieron cantantes y bandas que se quedaron en el ridículo. Pero también aparecieron otros que contribuyeron a la historia del rock como Roxy Music y Slade.

Aunque Madonna puede ser considerada la mejor estudiante de David Bowie, paro, para que una estrella no sólo entra por las orejas sino también por los ojos. Madonna mezcló el sexo y la religión y obtuvo el éxito, pero también recibió un montón de críticas, algo que no le pasó a Bowie, al menos no tan brutal.

Madonna acaba de reconocer, llena de rabia, que sucedió porque es una mujer y para un chico era más fácil experimentar, ser provocativo, audaz. Tal vez tiene razón. Para la mala suerte de Madonna, un contemporáneo de él disputó la supremacía de la experimentación. Fue Prince, quien también murió este año. Si Madonna era la virgen, Prince era la realeza. Ambos eran egocéntricos, acostumbrados al cine y a MTV para difundir su imagen y lucharon por desplazar al rey, Michael Jackson. Prínce (en realidad Prínce Rogers Nelson), un nativo de Minneapolis, murió el 21 de abril de una sobredosis de analgésicos opioides, cuando tenía 57 años en gira.

Siempre era activo y provocador.  No tenía reparos en escribir canciones con alto contenido sexual mientras que al mismo tiempo componía temas comerciales para otros que eran éxitos. Maniac Monday fue un éxito con The Bangles y es imposible separar a Sinead O'Connor de Nothing Compares 2U. Mientras que Madonna no era considerada una artista completa,



  Prince era un todologo hasta el punto donde él tocaba casi cada instrumento en sus discos, produjo, se dio el tiempo para luchar contra la compañias disqueras e hizo temer a Michael Jackson. A pesar de todo esto, Prince será recordado por mezclar la lujuria y la religión en Purple Rain, la película y la banda sonora de 1984 que lo puso en la posteridad, con 12 semanas consecutivas en el número uno de las listas. Purple Rain también determinaría su declive comercial, no tanto para los otros álbumes de los 80, 'Around the World in a Day' (también número uno en 1985), sino porque los noventa llegaron con esa carga de hip hop, techno y Grunge. Y Prince, el visionario, el que siempre sacó algo de su sombrero, no lo atrapó y se quedó atrás, para siempre.

Es cierto que se metió en la furgoneta, o más bien en el beat-up al componer la banda sonora de Batman de Tim Burton (1991, otro número uno), pero ya era difícil convencerle de que no era una reliquia. 1994 fue el último año en el que logró colocar una canción en el Top 10. También tuvo que ver su férrea oposición a la difusión de la música en las plataformas de Internet. Sería injusto no recordar a otras estrellas del rock que fallecieron este año. Uno de ellos es Glenn Frey, guitarrista y miembro fundador de Eagles, uno de los grupos más poderosos de los Estados Unidos. Frey escribió con Don Henley la letra de Hotel California

Otro contenido interesante.

Carrie Fisher muere a los 60 años, se nos fue la princesa Leia de Star Wars


Fuente: Diario El Comercio: Dawid Bowie y Prince

Comentarios